El mayor sueño del hombre siempre ha sido volar. Surcar los cielos y experimentar la libertad en su máximo sentido. Lo más parecido que tenemos en la actualidad es el vuelo sin motor. Una modalidad de deporte de riesgo que está ganando adeptos en los últimos años.

En la entrada de hoy vamos a mostrar una guía completa de vuelos sin motor. Hablaremos de las técnicas que más se utilizan, la necesidad de realizar los cursos y el precio que tienen. Finalmente, aprenderemos cómo son los planeadores y los mejores lugares para practicar el vuelo sin motor en España.

¿Qué es el vuelo sin motor?

Los planeadores utilizan las masas de aire ascendentes para compensar la tendencia natural a descender. Los tipos de vuelo sin motor básicos son el térmico, ladera y onda de montaña. En el primer caso, aprovechamos las corrientes de viento térmicas provocadas por el calor del sol que se eleva a la atmósfera.

El vuelo de ladera se produce cuando una corriente perpendicular choca contra una ladera. Permite a la aeronave mantener la altura o incluso subir. Y por último, tenemos la onda de montaña. Se trata de un fenómeno originado por el choque de los vientos fuertes, que producen ondulaciones perfectas para volar sin motor.

Por lo tanto, el tiempo que estemos en el aire depende de las condiciones meteorológicas. Este deporte aéreo requiere un conocimiento profundo del comportamiento de las corrientes, las leyes de la aerodinámica y otros aspectos. Pero es sumamente gratificante.

Estarás volando solo con tu habilidad y la fuerza del viento. Una vez que estés ahí arriba, disfrutarás de unas vistas increíbles en completo silencio. ¡Silencio! Si has volado con motor sabes perfectamente de lo que estamos hablando. Esta experiencia es única en todos los sentidos.

Tras introducirte en la cabina, una avioneta se colocará delante del planeador y lo enganchará a una cuerda. A continuación, comienza el despegue. A unos 500 metros de altura se consigue la suficiente estabilidad como para permitir el desenganche. La aeronave debe a partir de ahora volar por sus propios medios. En el aterrizaje, aparecerán unos alerones en las alas para frenar el descenso y posarnos suavemente en el suelo.

¿Son necesarios los cursos?

Como hemos mencionado, pilotar un avión sin motor requiere una serie de conocimientos previos sobre aerodinámica o el funcionamiento de las masas de viento. Además, tenemos que aprender a manejar el planeador, aterrizar y usar el paracaídas en caso de emergencia. Por todo ello, es absolutamente necesario que realicemos una serie de cursos previos en escuelas de aviación que estén homologadas.

Posiblemente te estés preguntando cuanto tiempo duran los cursos y su precio. Para que te hagas una idea, el nivel de exigencia es el mismo que cualquier otro modelo de avión con motor. Así que, además de la parte teórica te harán falta un montón de horas de vuelo de práctica. Esto supone la presencia de instructores, remolcado de la aeronave, jefes de pista y una serie de infraestructura adicional.

Aprender los principios básicos es bastante sencillo. No obstante, convertirse en un piloto experto requiere una fuerte inversión de tiempo y dinero. ¡No te agobies! Puedes disfrutar del vuelo sin motor a tu ritmo. Pilotando junto a un monitor durante las primeras sesiones para que te sientas más segur@. Y poco a poco ir mejorando tu técnica.

¿Cuánto cuesta practicar el vuelo sin motor?

En Internet puedes encontrar distintas páginas que ofrecen la experiencia de vuelo sin motor a un precio que ronda los 100 o 150 euros. El trayecto dura media hora y estarás acompañ@ en todo momento con un instructor especializado.

En cuanto a los cursos, la licencia de piloto de planeador es un título oficial que está controlado por la Agencia Europea de Seguridad. Para obtenerlo es necesario tener 16 o más años de edad y superar un examen médico.

Comenzamos con la formación teórica. Incluye 20 horas donde aprenderemos materias diversas relacionados con los principios de vuelo, conocimiento general del planeador, tránsito aéreo o los fenómenos atmosféricos.

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Además de las pruebas teóricas, es indispensable realizar 15 horas de vuelo. Al menos 10 horas junto a un instructor titulado y 2 horas como único tripulante. En total, has de contabilizar 100 kilómetros acompañado y 50 kilómetros en solitario en un mínimo de 45 vuelos.

El precio varía en gran medida dependiendo de la Escuela de Vuelo. También si somos o no socios. Pero puedes esperar un precio en torno a los 3.500 euros. Incluye formación práctica y teórica, uso de la aeronave, equipo y seguros. Tendrás un tiempo límite para realizar el curso, que por norma general suele estar sobre los 12 o 18 meses.

Una vez que consigas la licencia, tendrás acceso a pilotar cualquier planeador sin motor. Más adelante, también podrás adquirir la acreditación para llevar pasajeros, volar distancias más largas, hacer acrobacias o incluso convertirte en instructor.

Tipos de aviones de vuelo sin motor

Como hemos visto, este deporte de riesgo consiste en pilotar un planeador utilizando solo los movimientos provocados por las masas de aire. Los primeros modelos de planeadores estaban fabricados en madera y tejidos. El diseño inicial es obra de Otto Lilienthal. Que posteriormente fue mejorado por los hermanos Orville y Wilbur Wright.

Los planeadores deben ser aerodinámicos y ligeros. En la actualidad, tenemos distintos tipos confeccionados con los materiales más avanzados. Como es el caso de la fibra de vidrio o carbono. Sus alas desplegadas tienen una longitud que va de los 15 a 20 metros. Disponen de un timón de profundidad, alerones y frenos que nos permiten controlarlo en todo momento.

Estos instrumentos son similares a los aviones con motor. Es decir, que encontramos pedales para cambiar la dirección del timón, mandos para los alerones, velocímetros, altímetros, variómetros, brújulas y otros aparatos habituales. En algunos casos, también incluyen equipos de radio y máscaras de oxígeno.

El tren de aterrizaje está formado por un patín situado en la parte inferior del aparato. Aunque en ocasiones podemos encontrar modelos que incorporan una sola rueda. Y finalmente, tenemos la cabina del piloto. Está en el extremo del morro, para que disfrutemos de un ángulo de visión más amplio. Suelen ser de una sola plaza, pero algunos tipos de aviones de vuelo sin motor también tienen espacio para un acompañante.

Mejores lugares donde practicar vuelo sin motor

El lugar perfecto para practicar el vuelo sin motor es la cordillera de los Andes. Esta imponente cadena montañosa se eleva a 7.500 kilómetros de altura. Oponiéndose perpendicularmente a los vientos alisios de climas subtropicales. Pero no es necesario viajar a otro continente para disfrutar de este deporte de riesgo.

En España, la geografía y condiciones atmosféricas son ideales para practicar el vuelo sin motor. En este sentido, cuando llega el verano la meseta central es el destino perfecto para el vuelo térmico. Y en invierno, las formaciones rocosas como la cordillera bética o la cantábrica propician la aparición de ondas de viento.

Aunque no está tan consolidado como en otros países de Europa, España cuenta con una amplia variedad de aeródromos, profesionales y entusiastas de esta actividad. Una de las instituciones más veteranas es la Escuela de Vuelo de Ocaña (Toledo), donde aprenderás a practicar todo tipo de acrobacias. Además, aquí se encuentra el Club de Vuelo Sillas Voladoras, que permite a personas con movilidad reducida volar en planeadores adaptados.