¿Te gustan las emociones fuertes? Los túneles de viento se han vuelto muy populares en los últimos años. Ya que nos permiten vivir una experiencia similar a la de un salto en paracaídas, pero sin necesidad de subirnos a una avioneta. Por lo que se trata de una opción más segura ¡y también económica!

Si te está empezando a picar la curiosidad, en la entrada de hoy vamos a hablar de este tema. Veremos qué son los túneles de viento. Cómo funcionan los tubos de aire para volar. Y finalmente, descubriremos las instalaciones más grandes de Europa, que se encuentran en Madrid.

¿Qué es un túnel de viento?

Los túneles de viento se crearon originariamente para estudios científicos. Por ejemplo, para comprobar la aerodinámica de los diseños de aviones, coches y otros vehículos. Este dispositivo es capaz de simular las condiciones que experimenta un objeto a través del aire, por lo que al cabo del tiempo acabó adaptándose a usos de todo tipo.

Cómo funciona un túnel aerodinámico

Los túneles de viento pueden ser tanto horizontales como verticales. Pero para disfrutar del vuelo solo se usan estos últimos. Fueron diseñados para desarrollar nuevas técnicas de maniobras en picado, mejorar las condiciones por pérdida de stall y el entrenamiento de paracaidistas.

Los túneles aerodinámicos están formados por 4 turbinas de enorme potencia. Y generan un flujo de aire vertical constante que podemos regular a nuestra voluntad. Cualquier persona que esté dentro va a experimentar la sensación de caída libre con total seguridad. Ya que en todo momento estaremos supervisados por técnicos e instructores altamente cualificados.

Comenzaron a usarse en la década de los 80 en Estados Unidos. Con el paso de los años, han ganado popularidad y se han extendido por otras partes del mundo. El primer túnel de viento construido en Europa fue el Bodyflight Bedford en el Reino Unido. Aprovecha una antigua instalación militar y todavía en la actualidad es uno de los más importantes del viejo continente.

Madrid Fly: el mayor túnel de viento de Europa está en España

No obstante, el mayor túnel de viento de toda Europa se encuentra en la capital de España. Madrid Fly se hizo realidad en 2011 gracias a la iniciativa de Alberto Fuertes, tricampeón mundial de paracaidismo y subcampeón de paracaidismo indoor. Tras recorrer los principales túneles aerodinámicos de Europa, tuvo la idea de construir unas instalaciones únicas que superaran a todas las anteriores.

Con Madrid Fly podrás disfrutar de la experiencia de vuelo sin ningún tipo de riesgos. Gracias a sus potentes motores que accionan 4 hélices y proporcionan una corriente de aire ascendente, solo tendrás que tumbarte y comenzarás a flotar. Además, no se requieren conocimientos ni técnicas especiales. Tras un breve briefing sabrás la postura en la que debes colocarte y los gestos para comunicarte con los monitores.

¿Todo el mundo participar? Esta actividad es totalmente segura y muy sencilla, ni siquiera hace falta que tengas una buena condición física. Incluso es apta para personas en sillas de ruedas o con movilidad reducida. No obstante, es necesario consultar al médico si existen problemas de espalda, cuello o nos hemos dislocado el hombro con anterioridad. También si se trata de mujeres embarazadas.

En el caso de Madrid Fly, pueden entrar en el túnel de viento niños de 5 años de edad en adelante. Si es la primera vez que experimentas la caída libre, los instructores se encargarán de todo lo necesario. Tu solo tendrás que traer tus ganas de pasártelo bien. Aunque te avisamos que es muy adictivo y la mayoría de los usuarios repiten. ¡Una vez que empieces no podrás parar!

Tunel de viento

Experiencia similar al paracaidismo

El paracaidismo indoor está de moda. Los túneles de viento verticales son capaces de simular las condiciones de caída libre a un precio más asequible. ¡Y sin riesgos! La sensación es muy parecida, pero no completamente idéntica. Nuestro cuerpo quedará suspendido en una columna de aire dentro de una estructura cerrada. Por lo que nos perdemos la emoción (o el miedo) de saltar a 4.000 metros de altitud desde un aeroplano. Algo que todas las personas con vértigo agradecerán.

Otra diferencia sustancial es el tiempo. La caída libre convencional tiene una duración en torno a un minuto. Sin embargo, los túneles de viento pueden crear ambientes controlados para disfrutar todo lo que quieras. No dependemos de la climatología. Y tampoco vamos a usar un paracaídas, por lo que no tendremos que aprender cómo se usan. Solo hay que entrar en la estructura, inclinarse para subir a la corriente y comenzar a volar. ¡Así de fácil!