El pueblo de Ainsa está situado en el Pirineo Aragonés, en pleno margen del Parque Nacional de Ordesa, el Parque Natural de los Cañones y el Parque Natural Posets-Maladeta. Fue la antigua capital de Sobrarbe, algo que todavía puede observarse en su exquisita arquitectura. Destacando la iglesia románica de Santa María y el Castillo de Ainsa. Visitarlo es viajar al pasado, a los tiempos de la edad media y la reconquista.

Además, estamos ante una de las más increíbles obras de arte que ha creado la naturaleza. Con unos paisajes fascinantes que nunca olvidarás. ¡Tampoco su gastronomía! Ni sus enormes oportunidades de ocio. Ya que se trata de un lugar perfecto para practicar todo tipo de actividades y deportes al aire libre. Como muestra de ello, en la entrada de hoy, vamos a hablar del barranquismo en Ainsa.

Los mejores barrancos en Ainsa

El barranquismo es uno de los deportes de riesgo más practicados en esta parte del Pirineo Aragonés. A continuación, vamos a descubrir las mejores zonas disponibles en Ainsa, con un nivel de dificultad adecuado para iniciados. Aunque dispone de tramos que pondrán a prueba tu habilidad. También son muy recomendables para ir con niños. Aunque os avisamos que el agua está bastante fría.

Garganta de las Gloces

Comenzamos con la Garganta de las Gloces, en pleno Pirineo Aragonés. Para muchos, es el barranco más bello e impresionante de toda nuestra geografía. Una espectacular depresión de casi un kilómetro de longitud que se abre serpenteante en la tierra. Además, apenas entraña dificultad, por lo que pueden acudir niños de mayores de 7 años.

Dispone de tramos con saltos, rápeles, resaltes y toboganes que te harán pasar un día fantástico en compañía de tus amigos o la familia. El recorrido es algo corto, de una hora a hora y media, por lo que se suele realizar junto a los cercanos barrancos de Biandico o del Furco.

Barranco de Biandico

Seguimos con el Barranco de Biandico, que está situado en el Cañón de Añisclo y marca el límite con el Parque Nacional de Ordesa y el Monte Perdido. El afluente es bastante ancho y sin desniveles significativos, por lo que está especialmente recomendado a los novatos. El único inconveniente es que las aguas se alimentan desde el glaciar del Monte Perdido, por lo que están realmente frías. ¡Mucho!

Este descenso de barrancos suele combinarse con la Cueva del Moro, que nos permite disfrutar de un fantástico recorrido compuesto por canyoning y espeleología. La mejor época para acudir es de junio a septiembre, que es cuando las temperaturas son más soportables. El nivel de dificultad es básico, aunque tendremos la oportunidad de hacer un par de rápeles y divertidos saltos.

Gargantas de Escuaín

Estamos ante uno de los valles menos conocidos de la zona de Ordesa, cuya belleza natural es incomparable. Destaca por la riqueza de la fauna, especialmente para los amantes de la ornitología, ya que podrás divisar los míticos quebrantahuesos del Pirineo. La garganta está formada por un curso fluvial surcado por un desfiladero. Que nos permite hacer el recorrido a pie o mediante las técnicas del barranquismo.

En este último caso, el descenso es muy sencillo y apto para jóvenes mayores de 16 años. Aunque algo más exigente que el anterior. Tendremos que afrontar hasta 3 rápeles de unos 30 metros, por lo que no se recomienda si tienes vértigo. Por lo demás, es francamente divertido, con un montón de toboganes y saltos. El último es el famoso Salto de Escuaín de 14 metros. Pero si no te animas, siempre puedes bajarlo haciendo rápel.

Barranco del Furco

Finalizamos con el Barranco del Furco, un cañón con increíbles formaciones y pliegues que proporcionan a la roca un ambiente de fantasía. Aumenta la dificultad hasta el nivel medio, aunque se puede realizar sin demasiada experiencia previa. Se basa sobre todo en rápeles, que llegan hasta los 24 metros. Así que una vez que te familiarices con esta técnica no tendrás problemas.

Además, cuenta con toboganes que son muy lúdicos y un salto de 8 metros opcional si quieres descargar toda la adrenalina. Se encuentra justo a la entrada de la localidad de Broto, en pleno Pirineo Aragonés. Donde podrás disfrutar de la naturaleza y practicar otros deportes de riesgo, como las vías ferratas, el rafting o el parapente.

¿Qué equipo necesito?

Equipo barranquismo

Aunque la empresa con la que contrates el servicio te dará todo el material, es necesario que lleves un bañador. Lo podrás usar debajo del neopreno y para la aproximación y el regreso. También te hará falta un calzado resistente al agua, que se pueda cerrar con cordones y tenga una suela muy adherente. Para así evitar resbalones.

Como ya os hemos advertido antes… ¡Hará frío! Así que no estaría de más llevar algo de ropa térmica, como una camiseta tipo polar. Y ya que estamos, es muy aconsejable contar con una toalla, un par de zapatos extra y una muda para cambiarte. ¿Usas gafas? Lo mejor es atarlas con una cinta. ¿Lentillas? Podrías perderlas en los toboganes, así que ponte unas gafas de natación.

¿Qué empresas de barranquismo existen?

We are canyoneers está especializada en descenso de barrancos y otros deportes de aventura en Ordesa y la zona del Pirineos Aragonés. Por lo que además de practicar tu actividad favorita, podrás disfrutar de un paisaje sin igual. Dispone de varios paquetes personalizados según la experiencia del usuario. Con precios que rondan los 44 euros por persona en grupos reducidos. Además, permite realizar rafting y kayak al mismo tiempo. Actividad que asciende hasta los 84 euros.

Otra opción muy recomendable es Sendas de Agua, empresa dedicada al turismo activo que tiene su sede en el pueblo de Ainsa, en Huesca. Nos permite realizar vías ferratas, escalada, barranquismo y otros deportes de riesgo. También imparten cursos de perfeccionamiento y organizan jornadas de iniciación. ¿El precio? Descender el Barranco de Biandico cuesta 35 euros. Mientras que las actividades de barranquismo más vías ferratas o rafting salen por 80 euros.