Contenidos
Es muy curiosa la gran cantidad de nuevas variantes del esquí y de los deportes de invierno que van surgiendo. Los amantes de la nieve continúan probando nuevas experiencias para sacar el máximo partido a un entorno que les apasiona y, no hace mucho, nació una de las modalidades deportivas que están más de moda en la actualidad. No se necesita demasiado material y es apta para todos los niveles. Aunque, eso sí, está contraindicada para personas con mucho vértigo o miedo a la velocidad, porque aquí se trata de volar y esquiar al mismo tiempo, una sensación que te disparará la adrenalina. Estamos hablando del speed riding, un deporte que cada día cautiva a nuevos esquiadores en todo el mundo y que te hará disfrutar de una aventura inolvidable. ¿Quieres conocerlo todo sobre esta nueva variante del esquí? ¡Aquí te contamos todos los detalles!
¿Qué es el speed riding?
Si te gustan los deportes de invierno y la velocidad, seguramente ya hayas oído hablar del speed riding, una modalidad deportiva que cada vez está adquiriendo mayor popularidad.
Se trata de una combinación entre el esquí y el parapente; más exactamente, una mezcla entre el esquí fuera de pista y el vuelo en parapente, lo que permite adquirir grandes velocidades de bajada en zonas inaccesibles de la montaña. Eso te permitirá volar para superar diferentes obstáculos. ¡Un auténtico deporte de riesgo!
El speed riding es una combinación de esquí, vuelo y velocidad que se practica con esquís y con una campana -un parapente más pequeño de lo normal-, lo que te hará despegarte del suelo y experimentar sensaciones límite entre la nieve y el cielo.
Esta modalidad nació en los Alpes franceses en 2003, en un encuentro entre parapentistas y paracaidistas que utilizaron pequeñas velas para deslizarse por la nieve. Desde entonces no ha hecho más que ganar adeptos entre los deportistas más aventureros.
Es un deporte muy visual que consiste en esquiar con el apoyo de una mini vela y que puede practicarse tanto en pista como fuera de pista. En el segundo caso, está indicado para los esquiadores más experimentados.
Materiales y equipamiento
Quienes quieran practicar este nuevo deporte no necesitan demasiada parafernalia para disfrutarlo. Lo único imprescindible es llevar casco, unos esquís de pista y un mini parapente.
Esto último ya lo fabrican muchas marcas de forma específica para practicar el speed riding, por lo que no vas a tener demasiado problema para encontrarlo.
Es un material que cabe en una mochila de 35 litros. Este elemento que ejercerá como las ‘alas’ de tu vuelo tiene una superficie que va desde los siete hasta los 14 metros cuadrados. Está hecho en nylon y, como decimos, está fabricado específicamente para esta actividad, por lo que está preparado con su correspondiente arnés, que es donde va asegurado el esquiador de una forma muy ligera para que le permita estar de pie.
Lo bueno de este sistema es que, cuando vamos en telesilla tras realizar un descenso, no tenemos que volver a plegar la mini vela ni quitarnos el arnés. Así, cuando lleguemos arriba, podremos volver a bajar ‘volando’.
Y, claro, hacen falta unos esquís. Pero, cuidado, no te valen los de snowboard porque la posición de deslizamiento los hacen desaconsejables.
Deporte de aventura, ¿apto para todos los públicos?
El speed riding es una actividad que, aunque parezca que tiene una gran dificultad, es más sencilla de lo que piensas. Eso sí, es necesario que tengas un buen nivel de esquí para practicarlo. Pero, por lo demás, puede estar indicado para todo aquel que quiera disfrutar de la experiencia.
Manejar el parapente, que es lo que te puede resultar más complicado, no es tan difícil como crees, ya que es bastante más pequeño que los normales.
Como ya apuntamos antes, se puede practicar tanto dentro como fuera de pista y es en el segundo caso cuando se requiere de mayor destreza, por razones obvias. Ese nivel de dificultad lo marca tu nivel de experiencia con los esquís. Dependiendo de tu habilidad, podrás bajar pistas realizando giros bien marcados y descubrir zonas fuera de pista o incluso diferentes precipicios que harán que esta modalidad sea todavía más trepidante.
Obviamente, y como te decimos siempre, lo mejor es ir empezando poco a poco, con un monitor experto en la materia, y tomando todas las precauciones necesarias.
Ten en cuenta que este deporte es muy rápido, que no siempre se practica en zonas seguras y que, en parte, depende de las condiciones meteorológicas. Así que, en función de tu experiencia, podrás permitirte o no subir de nivel.
Mejores lugares para practicarlo
Como hemos visto anteriormente, el speed riding es un deporte de invierno que nació hace poco tiempo en los Alpes franceses y, por eso, éste es uno de los mejores lugares en los que se puede practicar. En concreto, una gran opción es la estación de Les Arcs, donde hay un centro especializado en el que enseñan esta modalidad de esquí, que está reconocida por la Federación Francesa de Vuelo Libre. Y si te preocupa el idioma, no es problema, los monitores están preparados para enseñarte lo que necesitas en español.
Otro lugar en el que el speed riding es un deporte de moda es en Andorra. Se puede aprender en el centro de Vallnord, una escuela pionera en la organización de competiciones de este deporte.
En España también hay lugares en los que iniciarse en la práctica del speed riding. Por ejemplo, en la provincia de Huesca, donde puedes disfrutar de esta actividad, entre otros lugares, en la estación de esquí de Cerler (Benasque). También puedes acercarte a esta actividad en Sierra Nevada, en la zona de la Laguna, donde ya empiezan a verse algunos adeptos a un deporte que realmente engancha.
Son bastantes las opciones que tienes para empezar a disfrutar de este deporte de invierno, y cada vez serán más puesto que día a día va sumando aficionados por todo el mundo. Es una experiencia de muy altos vuelos.