Con la llegada del frío, los saltos de agua de muchos puntos de España y del mundo se hielan durante algunas semanas. Esto hace que lo que antes era líquido ahora sea sólido, y que hayan sido muchos los locos de la escalada que hayan decidido cambiar el ascenso en montañas por escalar en hielo gracias a estar paredes momentáneas. Sí, lo sabemos, suena a locura, pero lo cierto es que se trata de una de las disciplinas deportivas más exigentes que hemos tenido la oportunidad de disfrutar.

Lo normal es que su dificultad vaya desde el grado 2 hasta el 8, aunque basta con unas horas de práctica para poder enfrentarse sin mucho problema a un muro de agua dura de grado 4. Esto hace que los fines de semana puedan convertirse en una auténtica gozada. Por eso hoy os mostramos las mejores cascadas para escalar en hielo dentro y fuera de nuestras fronteras, ¡ya veréis qué sensación más maravillosa!

Granada, paraíso para los deportes de invierno

Dicen que cada ciudad tiene su encanto, y que Granada tiene el suyo y el de todas las demás. Lo cierto es que los deportistas de invierno saben bien de las bondades de Sierra Nevada, pero lo que quizás no tengan tan claro es que allí también se puede escalar en hielo. Concretamente, en dos enclaves muy característicos de la zona, el nacimiento del río Alhorí y la Laguna de la Mosca.

Suelen estar disponibles para el ascenso entre la época navideña y principios del mes de abril. Eso sí, ojito, que para llegar a dichos enclaves tendremos que caminar entre tres horas y media y cinco horas. Nadie dijo que sería sencillo, ¡pero la experiencia que nos llevamos lo compensa con creces!

El Circo de la Nava, en Gredos

La Sierra de Gredos no solo es el hogar de algunas de las especies animales más alucinantes que hay en nuestro país. Además, también acoge a numerosos escaladores que durante los últimos años han aprendido a disfrutar, y mucho, de sus cascadas heladas. ¡Y tienen unas cuantas! La de Er-hustión, por ejemplo, tiene el honor de ser la primera de la zona centro que permite escalar en hielo con un grado 6 de dificultad. Ahora bien, esta no es la única cascada que nos invitará al ascenso. Hay bastantes, y algunas de ellas bastante accesibles.

¿El problema? Que no hay donde quedarse a dormir por la zona, así que eso corre de nuestra cuenta. Aunque con buena ropa de abrigo no debería haber problema para pasar un fin de semana de fábula allí. Buena compañía y experiencias de las que poder presumir durante mucho tiempo, ¡nosotros lo vemos clarísimo!

Bielsa, un auténtico paraíso

Hablar de escalar en hielo y no mencionar este paraje oscense sería un error de los gordos. Cierto, con sus famosas estaciones de esquí cerca, lo primero que se nos viene a la cabeza no es la escalada de cascadas. Sin embargo las tiene, y no pocas, que son de una belleza tremenda. Nos han chivado que a algunas, como Ponte el Neopreno o Sueño del Agua, les cuesta endurecerse, pero que merece la pena tener paciencia con ellas porque nos ofrecen retos de más de 200 metros de ascenso.

Eso sí, en semanas de frío lo mejor es preguntar a la gente de allí y descubrir saltos de agua helados que no estén recogidos en ningún tipo de guía. Escalar en hielo está bien, pero hacerlo en un sitio en el que puede que estemos siendo los primeros es una sensación indescriptible.

Kandersteg, en Suiza

Además de ser uno de los países europeos más accesibles por aquello de estar en pleno centro del continente, dicen los entendidos que también cuenta con algunas de las cascadas heladas más sencillas para principiantes. El entorno está muy bien comunicado, a menos de tres horas en coche del aeropuerto de Zúrich y a un poco más desde el de Milán. Esto convierte al destino suizo en uno de los más apetecibles para empezar a escalar en hielo lejos de nuestro país.

Estaba claro que un país famoso por sus montañas tendría que tener buena calidad de cascadas heladas también. Una cosa, no penséis que por tener algunas fáciles para principiantes, como Oeschiwald, no encontraréis allí también recorridos para expertos. Un buen ejemplo de ello son Blue Magic o Crack Baby, de sobra conocidas. ¡Tendréis que sudar tinta para conquistarlas!

Ouray Ice Park, en EE.UU.

Si os lo estábais preguntando, sí, hay parques de hielo creados por el hombre que son auténticos espectáculos. Uno de ellos es este, en Colorado, que aprovecha el agua del río Uncompahgre para ofrecernos algunos saltos de agua congelada que son una auténtica maravilla. Ya, subirse a un avión y cruzar el Atlántico para escalar en hielo por una cascada parece una locura, pero… ¿acaso no hay quien se va a Australia solo para poder hacer surf allí? Pues eso, ¡cada uno tiene sus gustos!

Podéis llegar hasta Ouray Ice Park llegando directamente al aeropuerto de Montrose o hacerlo en coche desde Denver, aunque en ese caso tendréis en torno a seis horitas de viaje. Eso sí, una vez allí, sea cual sea el tipo de viaje que hayáis hecho, el tiempo os parecerá muy bien invertido. Entre otras cosas, por sus más de 200 alternativas disponibles para escalar en hielo. Si queréis competir id en enero, alucinaréis en colores.

Glaciares Fox y Franz Josef, invierno eterno neozelandés

Y terminamos nuestra particular selección de las mejores cascadas para escalar en hielo con una auténtica maravilla de la naturaleza. Si hace unas líneas hablábamos de Australia, este viaje es aún más largo. Nos vamos hasta Nueva Zelanda para disfrutar de la escalada en hielo en uno de los lugares más alucinantes del mundo, los glaciares  Fox y Franz Josef.

Tras el viaje hasta allí, que ya es de aúpa, hay que hacer cuatro horas de coche desde el aeropuerto de Queenstown y un vuelo en helicóptero para llegar hasta ellos. Eso sí, si queréis una vacaciones que no olvidaréis en vuestra vida, no os lo penséis dos veces. Iréis con guías que os darán todas las claves para disfrutar al máximo, así que centraos en eso, en difrutar tengáis el nivel que tengáis. ¡De esas experiencias que hay que vivir al menos una vez en la vida si te gusta escalar en hielo!