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El luge es uno de los deportes más veloces que existen en el mundo, lo que lo convierte también en uno de los más peligrosos y, por tanto, con mayor descarga de adrenalina. Los pilotos usan su cuerpo con habilidad para intentar llegar al final del ‘tobogán’ lo más rápido posible. Se trata de una modalidad deportiva con muchas particularidades, bastante cara de practicar y en la que el uso del trineo es imprescindible. Eso sí, no es un trineo muy sofisticado porque, como decimos, el cuerpo del deportista es ‘el chasis’ de su vehículo. Prepárate para descubrir aquí uno de los deportes de riesgo más emocionantes que existen en la actualidad.
Qué es el luge
Puede que su nombre no te suene demasiado pero, seguramente, si te decimos que el luge es un deporte de invierno en el que quien lo practica va tumbado boca arriba sobre un trineo, esa imagen sí te venga a la cabeza.
Luge es una palabra francesa que significa trineo ligero y da nombre a esta modalidad deportiva en la que un piloto se desliza por una pista especial de medio tubo de acero con la espalda sobre el trineo y los pies hacia adelante.
En una competición de luge, el ganador es aquél que llega a la meta a mayor velocidad, es decir, en menor tiempo.
En este deporte, que se practica en un túnel de hielo, se pueden alcanzar velocidades de hasta 140 kilómetros por hora, de ahí que sea considerado también un deporte de alto riesgo. No en vano, no han sido pocos los accidentes (incluso mortales) registrados a lo largo de su historia.
Puede practicarse de forma individual o por parejas. En el primer caso existe separación por sexo. En el segundo, pueden darse parejas mixtas o incluso competir sin distinción de sexo.
El piloto, además del trineo, irá provisto de un casco con visera de fibra de vidrio y de un traje elástico de una sola pieza lo más aerodinámico posible.
Historia y consideración de deporte olímpico
Los orígenes del luge se remontan al año 1883 en la localidad suiza de Davos. Allí tuvo lugar la primera competición de este deporte, en la que participaron 21 pilotos de siete nacionalidades diferentes.
Fue en Oslo en 1955 cuando se disputó el primer campeonato del mundo de esta modalidad deportiva.
Dos años más tarde llegó la fundación de la Federación Internacional de Luge (FIL), con sede actual en la ciudad alemana Berchtesgaden, diferenciándose definitivamente del bobsleigh, pues ya veremos más adelante que son dos disciplinas distintas.
En 1964, el luge pasó a formar parte por primera vez del programa olímpico. Fue en los JJOO de invierno de Innsbruck (Austria) cuando adquirió esta categoría en tres modalidades: masculina, femenina y por parejas. Después, nunca ha faltado de unas olimpiadas.
Pese a ello, es un deporte poco extendido. Primero, por su arriesgada ejecución. Y, también, por su alto precio, ya que las pistas en las que se practica son caras. Son los países nórdicos los que mayor tradición tienen en este deporte, tanto por su capacidad económica como por sus condiciones meteorológicas para practicarlo.
De hecho, de las 90 medallas olímpicas entregadas hasta el momento en luge, 88 han ido a parar a pilotos procedentes de Alemania, Austria, Italia y Rusia (o la antigua Unión Soviética).
Reglas y técnicas
En el luge es necesaria la utilización de un trineo que consiste en un pequeño armazón de metal sin frenos ni timón.
El piloto controla la dirección mediante unas bridas que van unidas a la parte delantera del trineo y basculando su propio cuerpo para los movimientos, sirviéndose sobre todo de hombros y piernas. En la salida, únicamente puede impulsarse con los brazos.
La competición
Como te hemos dicho, el luge puede practicarse de forma individual o por parejas, tanto en categoría masculina como femenina.
Como es obvio, este tipo de pista sólo permite la bajada de un único trineo a la vez, por lo que las pruebas son a contrarreloj.
En la modalidad individual se disputan cuatro mangas y se suman los tiempos de todas ellas de cara al resultado final.
En la modalidad por parejas sólo hay dos mangas, en las que también se suman los tiempos.
Ganará la prueba quien complete la prueba en menor tiempo.
Normas
En competición oficial hay un peso máximo autorizado para el trineo, de 23 kilos en la prueba individual y de 27 kilos en la modalidad por parejas.
Para conseguir una mayor igualdad, también se fija un peso máximo del piloto y, curiosamente, se permite que éste pueda añadir peso en el trineo para competir en igualdad de peso (y condiciones) que sus rivales. Para hombres, se toma como peso básico 90 kilos y, para mujeres, 70 kilos.
Así, en las competiciones de luge los pilotos tienen todos pesos muy similares y la victoria no depende de las características físicas sino de las habilidades del piloto. De ahí que suelan decidirse por apenas milésimas.
Diferencias con skeleton y bobsleigh
El luge puede confundirse con otras modalidades deportivas muy similares, aunque debemos tener en cuenta sus características para distinguirlas correctamente.
En esta modalidad, el piloto toma la salida ya sentado sobre el trineo, tomando impulso desde unas barras fijas y, después, empujando el hielo con sus manos, las cuales van cubiertas por unos guantes que llevan unos pequeños clavos.
Por todo ello, la salida es más lenta que en el bobsleigh o en el skeleton, los otros dos deportes de invierno con los que puede confundirse. En estos dos, el primer impulso se realiza con las piernas.
La diferencia más obvia entre el luge y el bobsleigh está en el trineo. En el segundo caso, es una estructura semicerrada, en forma de torpedo aerodinámico.
El trineo del luge y del skeleton es prácticamente el mismo, pero en el luge se va boca arriba y con los pies por delante y, en el skeleton, el piloto participa boca abajo y con la cabeza hacia adelante.