Contenidos
- 1 Hay que empezar la casa por los cimientos
- 2 Una bolsa de plástico, ¡Fuera dolores de cabeza!
- 3 Vaselina, nuestra nueva mejor amiga
- 4 La cremallera, ¡Mejor con un poco de ayuda!
- 5 Para quitarlo, siempre de esta forma
- 6 Tres minitrucos más para quitarnos el traje
- 7 Cortar el neopreno, de auténtico profesional
Leyendo el titular de hoy igual pensáis que tampoco hay tanta prisa, y que si se tardan un par de minutos más un día no pasa nada. Claro, si lo usamos de modo recreativo, para bucear o para hacer surf, y al terminar no tenemos nada más que hacer, lo cierto es que correr para ponerse el traje de neopreno, o para quitárselo, no tiene mucho sentido. De hecho, rasgarlo con las uñas, o con un tirón mal dado, es algo de lo más habitual, ¡y no queremos eso! El problema llega cuando estamos en una competición de triatlón, salimos del agua y hay que quitárselo a toda pastilla para subir a la bicicleta, ¿ahora qué?
Pues que no importa que nos hayamos dado una paliza nadando y hayamos llegado entre los primeros. No ser capaces de quitarnos el traje de buzo con agilidad puede costarnos unos segundos preciosos que terminen dando al traste con nuestra carrera. De ahí la importancia de saber exactamente qué hacer y cómo hacerlo, ¡por eso hoy vamos a daros 7 trucos para que seáis los másters del universo a la hora de ponerse y quitarse el traje de neopreno!
Hay que empezar la casa por los cimientos
Sí, esta es una de esas frases sabias que llevan acompañándonos toda la vida, pero es que además es una verdad como un castillo. A la hora de ponerse el traje de neopreno, como con todo en esta vida, hay que empezar por lo básico, que en esta ocasión son las piernas. Para que esta primera parte no se convierta en un trauma, podemos utilizar dos trucos:
- Untarnos las piernas con aceite para procurar que el material resbale lo máximo posible.
- Echar agua con jabón en el interior del neopreno.
- Lo mejor es darle la vuelta al traje hasta la cintura para que nuestras piernas tengan que hacer menos recorrido.
Una vez consigamos subir el neopreno hasta la cintura, tocará ajustarlo a la pelvis y comprobar que no ha quedado ningún pliegue. Llevarlo lo más ajustado posible es la única forma de estar cómodo y evitar las temidas rozaduras.
Una bolsa de plástico, ¡Fuera dolores de cabeza!
Si con lo de arriba no nos ha bastado y seguimos con el traje retorcido, atentos, porque este truco que os contamos es absolutamente infalible. No importa que el traje tenga cremallera delantera, trasera, o que directamente no tenga. Si es de neopreno, esto nos solucionará la vida sí o sí, ¡resulta tan sencillo como utilizar una bolsa de plástico! Sí, una de esas de plástico fino de las que nos dan en el súper para echar la fruta y la verdura, encima nos va a salir baratita la cosa.
Tan fácil como meter un pie dentro, deslizarlo por el traje de buzo, sacarlo por el otro lado de la pernera y sacar la bolsa para repetir el proceso con el otro. Esto mismo también podemos hacerlo con nuestras manos para que terminar de ponernos el neopreno se convierta en un juego de niños. Al final , los remedios de toda la vida con los mejores del mundo, ¿o cómo pensáis que se pone la gente esos jeans tan ajustados antes de salir de fiesta?
Vaselina, nuestra nueva mejor amiga
Por muy bien que nos coloquemos el traje, lo más habitual es que nos sigamos haciendo rozaduras en determinados puntos estratégicos del cuerpo. A la hora de ejercitarnos enfundados en un neopreno no nos queda otra que aprender a sufrir, pero hay un truco que nos facilitará muchísimo la vida: utilizar vaselina.
Esta sustancia viscosa hará que el contacto del traje de buzo con nuestra piel no sea tan directo y que resbale mejor, lo que nos evitará más de una molestia. Lo suyo es que protejamos con ella, al menos, estas zonas:
- La parte inferior de los brazos y las axilas.
- Parte superior de la espalda.
- El cuello, toda la zona en la que el borde del neopreno entrará en contacto con nuestra piel.
Cada persona es un mundo, por lo que puede que el neopreno moleste en otras zonas diferentes a las habituales. Si lo detectáis, protegedlas también, ¡hay que ir conociéndose poco a poco!
La cremallera, ¡Mejor con un poco de ayuda!
Aunque suelen venir con una tira de neopreno que nos facilita bastante la tarea, es posible que nuestra flexibilidad deje mucho que desear. Por eso, si el modelo de nuestro traje tiene la cremallera a la espalda y no llegamos con facilidad, lo mejor es dejar la vergüenza a un lado. Pedir un poco de ayuda no solo hará que terminemos antes, sino que nos asegurará no terminar rasgando nuestro traje en un mal esfuerzo. Además, no seríamos los primeros en hacernos auténtico daño en un hombro o un codo forzando la postura por mantener el orgullo.
Para quitarlo, siempre de esta forma
No existe mejor truco a la hora de hacer algo que saber cómo hacerlo correctamente. Por eso, aunque ahora os dejaremos un par de tips para facilitaros la labor, antes conviene tener muy clara la secuencia de movimientos que deberíamos repetir siempre:
- Sacar un brazo y después el otro. Intentar sacar los dos a la vez podría hacer que terminásemos en el suelo, cayendo de muy mala manera, además.
- Procura que no se enrolle mientras lo bajas. Lo mejor es que hagas lo que tu madre siempre te dijo que no hicieses: ir dándole la vuelta hasta la cintura.
- Una vez que hayamos bajado de las rodillas, podemos ayudarnos de un pie para liberar las piernas contraria y luego viceversa.
Siguiendo estos consejos no deberíamos tener mayor problema, pero como la vida no es perfecta… ¡atentos al siguiente apartado!
Tres minitrucos más para quitarnos el traje
A la hora de ponerse el traje de neopreno, cualquier elemento que consiga que el material se deslice mejor por nuestra piel es un regalo divino. Por eso, a la hora de quitarlo, con el traje mojado, haber llevado alguna sustancia que nos ayude en este sentido es una auténtica maravilla.
- Aceite corporal, ¡no daña el traje para nada!
- Crema hidratante, ideal para conseguir sacar el traje de una vez por todas.
- Poner vaselina en muñecas y tobillos, dos de las zonas que más se atascan porque son protuberantes y las que más distancia recorren a la hora de poner y quitar el traje.
Cortar el neopreno, de auténtico profesional
Es posible que os acabéis de echar las manos a la cabeza, pero lo cierto es que cada vez son más los triatletas que deciden hacer cortes en sus trajes. El objetivo que persiguen es doble:
- Mayor comodidad.
- Más agilidad a la hora de quitárselos.
Eso sí, lo mejor que podéis hacer es acudir a una tienda especializada para que os asesoren.
Por cierto, ya para terminar: por muchos trucos que conozcáis, lo verdaderamente efectivo es que entrenéis con vuestro neopreno al menos una vez a la semana. Al final, lo que da la agilidad es quitarse y ponerse el traje de neopreno muchas veces, ¡y no se nos ocurre mejor manera que esa!