No importa cómo de exigentes vayan a ser nuestras rutas, las pocas o muchas piernas que tengamos o el respeto de nos dé el monte. No hay peor momento en el mundo del MTB que entrar por vez primera a una tienda especializada en busca de nuestra primera bicicleta ‘de verdad’. Y es que todos hemos tenido alguna bici comprada en una gran superficie en casa, pero esas suelen ser todas de gama baja y están situadas en el umbral de los 200€, pero cuando queremos comprar una mountain bike algo mejor… nos toca ir a pasar algo de vergüenza.

No pasa nada, todos hemos pasado por ese trance en al menos una ocasión y a día de hoy lo tenemos más que superado, pero no es la vergüenza lo que más os debería preocupar. Sobre todo porque ellos están ahí para vender y os ayudarán a elegir la mejor opción de mil amores. Debería preocuparos ir a gastar vuestro dinero teniendo ciertas nociones de por qué vais a elegir una cosa u otra para vuestra MTB. O mejor aún, teniendo claro que vais a comprarla porque es justamente la que necesitáis.

Hoy no vamos a deciros qué MTB comprar porque los modelos cambian, las bicicletas de montaña evolucionan y para cuando leáis esto puede que ya no esté ni a la venta. ‘Dale agua a un hombre y le quitarás la sed en ese momento, enséñale a cavar un pozo y no volverá a pasar sed nunca’. Por eso, vamos a enseñaros a cavar para encontrar agua, o dicho de otro modo, ¡a qué detalles debéis tener en cuenta sí o sí a la hora de comprar vuestra MTB!

¿Qué es una MTB?

Vamos a ponerle fin a esta guerra de siglas que tan despistados nos ha tenido durante tantos años. A partir de ahora no volváis a dudarlo nunca: MTB y BTT hacen alusión al mismo modelo de bicicleta, la de montaña. MTB viene de ‘mountain bike’ (bicicleta de montaña en inglés), y BTT de ‘bicicleta todo terreno’, lo que es exactamente lo mismo. Y una vez hemos aclarado esto, ¿por qué hacer una categoría específica para los vehículos de este estilo? Pues porque, si os fijáis en competiciones como el Tour de Francia, nada tienen que ver con las diseñadas específicamente para rodar por carretera.

Las MTB son para rodar por el monte o por caminos rurales. Están pensadas para sortear todo tipo de obstáculos y, aunque pueden alcanzar altas velocidades durante una bajada, nada tienen que ver con las que se utilizan, por ejemplo, en las pruebas de contrarreloj de las grandes vueltas internacionales. Su cometido es otro, que nos lo pasemos piruleta por lugares y rutas a los que no podríamos acceder de otro modo… ¡o que ni siquiera nos plantearíamos por la paliza que supondría!

Tipos de MTB: cada una tiene su propia historia

Existen varios tipos de modalidades MTB y cada una de ellas requiere unas características diferentes por parte de la bicicleta, aquí os dejamos los más  comunes:

  • Trail: Son las bicicletas que solemos ver por la calle. Modelos con recorrido suficiente en las suspensiones que aportan seguridad en los descensos. Generalmente son de pesos bajos y nos permiten pedalear con facilidad.
  • De descenso (Down Hill): Como os decíamos hace un momento, sobre una BTT también pueden alcanzarse grandes velocidades… con el único problema de que para ellos hay que descender por una pendiente. Sus suspensiones tienen aún más recorrido que los modelos de Trail. Además, son modelos más pesados y resistentes, ya que tienen que aguantar mucha tralla en cada bajada.
  • De rally/XC (Cross Country): Son bicicletas puramente de competición, y se utilizan para rodar por tramos de montaña a la máxima velocidad que sea posible. Suelen ser modelos más profesionales, ya que no todo el mundo tiene la destreza necesaria para sacarles el máximo partido.
  • Enduro: Probablemente la categoría más exigente de las que os hemos comentado, ya que combina los tramos de resistencia pura con bajadas técnicas solo aptas para los más valientes.

Tallas de una Mountain Bike, ¿cómo elegir la nuestra?

Cuando  decidimos ir a comprar una bicicleta y no estamos muy puestos en el mundillo, pensamos que solo hay dos tamaños: de niño y de adulto. Y no, no es así para nada, así que ojito, que no hay nada peor que dejarse un dineral en una MTB y darse cuenta el primer día de que resulta incomodísima. Por suerte, las tallas de BTT nada tienen que ver con nuestro volumen, así que si queremos comprarla precisamente para bajar unos kilitos… ¡podremos elegir la misma que el delgadito de turno que siempre nos adelanta por la derecha! Bromas aparte, lo cierto es que conviene estar al tanto de lo que necesitamos, así que atentos, que os aclaramos todas las dudas.

Para empezar, hay que saber que existen hasta cinco tallas de MTB para adulto, y que esta dependerá única y exclusivamente de la altura del biker y de lo que mida el interior de su pierna, desde la ingle hasta la planta del pie. Van de la XS a la XL, con la S, la M y la L enmedio, pero antes de contaros nada más lo suyo será que lo veáis con vuestros propios ojos.

Como habréis podido apreciar, la tabla detalla que hay ocasiones en las que podemos estar dudando entre dos tallas, una pequeña u otra un poco más grande. Aunque no es lo habitual, si os veis en esa situación, lo mejor es que optéis por la pequeña y luego procuréis adaptarla con otros elementos:

  • Retroceso del manillar
  • Tamaño de las bielas

Reach y Stack, dos términos que conviene conocer

Estas dos medidas suplementan a las anteriormente expuestas y sirven para conseguir que la bicicleta se adapte aún mejor a nuestros cuerpos. Eso sí, para los no iniciados será como hablar en indio, así que aquí os dejamos una breve descripción para que no pongáis cara rara cuando os las mencionen:

  • Reach: Es la longitud del cuadro, y se mide desde el centro del manillar, en perfecta horizontal, hasta el eje en el que van ensamblados los pedales. Sirve , sobre todo, para determinar qué ángulo de cuadro nos va mejor.
  • Stack: Hace referencia a la altura del cuadro, y se obtiene de un modo muy sencillo. Tan solo hay que medir la distancia desde la parte más alta del cuadro, donde va ensartado el manillar, hasta el suelo, y luego restarle la que va desde el suelo hasta donde van atornillados los pedales.

Tamaño de ruedas y cubiertas de MTB, ¡atención!

No, amigos, con lo que llevamos aprendido hasta el momento no basta. Toca hablar de las ruedas de nuestra bicicleta, otro de esos elementos que solemos obviar y  que tiene muchísima más importancia de la que pensamos.

El tamaño, ¿grande y torpe o pequeñita y juguetona?

En este blog ya os hemos hablado sobre el tamaño de las ruedas en alguna otra ocasión, pero esta vez trataremos de ampliar un poco la información para ir más allá de las ruedas de 29 pulgadas. A la hora de decidir qué MTB comprar debemos tener en cuenta tanto el tamaño como las cubiertas, ¡así que allá vamos!

  • 26 pulgadas: Aunque era la medida que llevaban todas las MTB hasta hace unos años, lo cierto es que está tan en desuso que terminarán desapareciendo.
  • 27’5 pulgadas: Surgieron hace menos de una década como alternativa entre las de 26 y las de 29, y aunque son bastante más manejables que el tamaño más grande, lo cierto es que también son menos eficientes.
  • 29 pulgadas: Se podría decir que actualmente son la medida estándar, aunque lo cierto es que no terminan de estar indicadas para personas de menos de 1’70m de altura. Lo mejor es probarlas y decidir. Cuesta un poco más coger velocidad con ellas por su gran tamaño, pero una vez lo conseguimos, hay que aplicar menos esfuerzo para mantenerla.
  • Fat bikes: Se trata de ruedas de 26 pulgadas, pero con una cubierta anchísima la mires por donde la mires. Son ideales para terrenos complicados como la nieve o el barro, pero absolutamente ortopédicas para circular por caminos normales.

Las cubiertas de nuestra MTB, ¡mucha tela que cortar!

En cuanto a las cubiertas, aunque cuando compramos nuestra bicicleta en una gran superficie solemos conformarnos con las que nos dan, son un detalle al que hay que estar muy pendientes. Más que nada, porque la elección de unas u otras vendrá marcada por lo que vayamos a hacer con ellas y no es cualquier cosa, ¡importa más de lo que nos creemos!

Para empezar, conviene saber de antemano que a los lados de la cubierta aparece una información que nos vendrá genial tener en cuenta. Concretamente, ahí se suelen indicar detalles como el tamaño de la rueda, el ancho de la misma o las presiones recomendadas para cada tipo de uso que vayamos a hacer de ellas.

¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de comprar nuestras cubiertas de BTT?

  • La anchura: A mayor anchura, mayor tracción y más seguridad a la hora de circular por terrenos complicados. Eso sí, mucho ojo con fiaros de las distintas marcas, que no se parecen nada entre sí. Lo mejor es que las veáis en persona y, a poder ser, con vuestra bicicleta cerca para comprobar in situ si les caben.
  • Cámara o tecnología tubeless: Dejemos claro que las dos puedes sufrir pinchazos, que hay mucho bulo por ahí. Eso sí, cierto es que con las tubeless nos evitamos que nos pase porque hemos pellizcado la cámara, y que podemos llevarlas un poco más flojas para conseguir una mejor tracción.
  • Tacos: Quedaos con que los de la rueda trasera, la encargada del movimiento, suele llevar formas geométricas simples, como círculos o cuadrados. A terreno menos húmedo o mayor intención de adquirir velocidad, los necesitaremos más cortos. En cuanto a la rueda delantera, la encargada de dirigirnos, lo mejor es optar por tacos más agresivos y con forma de flecha.

Tipos de cuadros para MTB, ¡más ciencia de lo que parece!

Para empezar a hablar de elegir un cuadro para BTT, antes hay que volver a hacerse la preguntita de marras, ¿qué uso vamos a darle a nuestra bicicleta? Lo decimos, más que nada, porque este suele ser el elemento más caro de todo el conjunto. Si queremos salir a dar un paseo tranquilamente un par de veces al mes, sin darle mucho tute, lo más probable es que nos sirva con uno normalito de aluminio, mientras que si la cosa va un poco más en serio, entraríamos a ver otro tipo de materiales. De todos modos, vamos a intentar hacer un par de clasificaciones para dejaros las cosas claras.

En función de características ‘normales’

  • La talla: Según el cuadro de tallas que hemos visto más arriba en el texto, y por tanto según nuestra estatura, tendremos que optar por un tamaño u otro de cuadro.
  • ¿Qué uso le daremos?: Como os decíamos hace un momento, si lo que queremos es ir de excursión de vez en cuando, no tiene ningún sentido que nos gastemos miles de euros en un cuadro de última generación. Sin embargo, si es nuestra pasión y no nos importa gastar un poco más, existe una amplia gama esperándonos.
  • El precio: Íntimamente ligado al uso, pero también a nuestra capacidad económica. Si nos gustan muchos las MTB y le daríamos mucho uso, pero no podemos pagarnos el cuadro que nos gusta, de nada sirve que nos encaprichemos con un modelo que nos resulta completamente inaccesible.

En función del material

Si hemos llegado hasta aquí abajo es porque no nos conformamos con cualquier cosa. Buscamos algo más específico y estamos dispuestos a pagar el precio que nos pidan, pero… ¿qué se adapta mejor a mis necesidades?

  • Aluminio: Desbancó al acero por su diferencia de peso, su resistencia y su precio competitivo. Ofrece una gran relación entre ligereza y rigidez y es de lo mejorcito en calidad/precio (por lo económico que sale), aunque no es el material más resistente ni de lejos.
  • Carbono: El siguiente paso evolutivo lógico. Es más caro, pero también ofrece posibilidades de personalización prácticamente inifinitas. Es muy ligero, resulta más cómodo en largas jornadas de pedaleo y tiene una gran durabilidad, aunque es más sensible a los golpes serios. Eso sí, que sea menos económico no quiere decir que a día de hoy resulte prohibitivo.
  • Titanio: La dificultad a la hora de trabajar con él (en el proceso de fabricación) hace que no muchas marcas se hayan atrevido con él. Lo cierto es que recoge lo mejor del aluminio y el carbono sumando que es una barbaridad absorbiendo golpes, pero no sale barato… y el bolsillo lo nota.

Suspensión para tu MTB: ¿mejor doble o simple?

Cuando empezábamos en esto de la MTB y nos hablaban de bicicletas de montaña ‘dobles’, lo último que nos imaginábamos es que estuviésemos hablando de la suspensión. Más bien imaginábamos ingenios de cuatro ruedas, con dos manillares… a saber, ¡lo que es la mente humana! Luego ya descubrimos el eterno debate entre elegir una rígida y una suspensión doble y la cosa comenzó a cobrar algo más de sentido.

Las rígidas tienen la suspensión en la horquilla, mientras que las dobles tienen tanto esa como otra situada en el centro de la bicicleta. Como en el resto de elementos nuestra elección dependerá de diversos factores, aunque vamos a exponeros los que a nuestro juicio son más determinantes:

  • Uso que vamos a darle: Si nuestra intención es salir siempre que podamos al monte y darle una buena paliza a nuestra BTT, lo mejor es que elijamos una doble. Sin embargo, si transitaremos por terrenos llanos, no tiene mucho sentido que paguemos la diferencia, por no hablar de que nos resultará mucho más cómodo pedalear con una rígida.
  • Comodidad: Acabamos de mencionar esto justo arriba, pero conviene hacer hincapié en que, si vamos a ir de ruta por terrenos complicados, la doble suspensión se convertirá en la mejor amiga de nuestro maltrecho culete.
  • Peso: Aunque puede compensarse con otros elementos como las ruedas, es de justicia decir que las MTB dobles son, evidentemente, algo más pesadas que las rígidas. En concreto, pueden llegar a pesar en torno a un kilo más, por lo que da para pensárselo si es clave para vuestra forma de montar.
  • Precio: Otro punto a favor de las rígidas, ya que salen bastante más económicas. Además, el mantenimiento también es menor, así que si contáis con un presupuesto es ajustado… ¡ya sabéis!

Componentes y gamas para MTB, ¿con cuál me quedo?

Ya hemos hablado de algunos componentes para nuestra MTB como el cuadro, la rueda o la suspensión, pero hay un detalle importante a la hora de elegirlos, y ese es la gama del producto. Básicamente se diferencian por su calidad y, por tanto, por su precio, así que lo mejor es que hagamos un presupuesto antes de ir a nuestra tienda de confianza para saber cuánto podemos gastar en cada elemento. En este apartado, los reyes del mambo son la marca japonesa Shimano (algo más económica) y la firma estadounidense SRAM (aseguran que de mejor calidad), aunque para gustos, colores. Eso sí, tened siempre en cuenta qué garantía os ofrece el fabricante, ¡que hay casos en los que pagar un poquito más está plenamente justificado.

Otros componentes para nuestra MTB

Además de los ya mencionados, existen multitud de elementos a tener en cuenta a la hora de comprar o montar nuestra BTT y estos son los más importantes:

  • Frenos, un plus de seguridad: La gama que elijamos debería ir en consonancia con la del grupo de transmisión, del que hablaremos a continuación. Ahora bien, procurad que sean hidráulicos a no ser que os resulten inalcanzables. De ser así, la mejor opción son los de disco mecánicos.
  • Grupo de transmisión: Es el engranaje que hace que nuestra bicicleta marche como debe. Marchas, platos, piñones, cadena bielas… Además de la gama, en la que influyen tanto el peso como la calidad y el precio, debemos decidir si queremos más o menos velocidad de reacción para nuestra bicicleta, ¡un aspecto clave a la hora de optar por uno u otro!
  • Horquilla MTB, la que manda: Que la hayamos dejado para el final no significa que sea menos importante que el resto, ni mucho menos. Es la encargada de dirigir y controlar nuestra MTB, y suele ir de los 100 a los 150mm de longitud. En función de lo que vayamos a ‘maltratarla’, deberemos elegir una gama superior o inferior y con mayor anchura de barra.

Y con esto cerramos nuestra guía sobre todo lo que hay que tener en cuenta a la hora de comprar una MTB que cumpla todos los requisitos que buscamos en ella. Esperamos haberos sido de ayuda y, en un futuro próximo, poder traeros más novedades acerca de este maravilloso mundo de la BTT. ¡Ahora, a disfrutar!