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El buceo es uno de los deportes de riego más seguros que existen. La normativa nos obliga a realizar un examen teórico y práctico antes de comenzar las inmersiones. También tenemos que pasar unas pruebas médicas que certifiquen que estamos en un perfecto estado de salud. Sin olvidar los equipos de alta tecnología que están especialmente diseñados para evitar situaciones peligrosas.
Pese a todo, siempre existe la posibilidad de que surja un accidente. Por ello, en la entrada de hoy vamos a hablar de los seguros de buceo. Conoceremos su definición. Los tipos que existen y las distintas coberturas disponibles.
¿Qué es un seguro de buceo?
Como hemos visto, es muy poco probable que surja un imprevisto mientras estás disfrutando del fondo marino. Pero si ocurre, los costes derivados son muy altos. El seguro de buceo te permite hacerles frente por una pequeña cantidad de dinero. De esta forma, podrás dedicarte por completo a tu deporte favorito y olvidarte de todo lo demás.
Tipos de seguros de buceo
Existen distintos tipos de seguros de buceo que se adaptan a la perfección a la especialidad que queramos practicar. Por ejemplo, buceo recreativo o pesca submarina. Y también a la frecuencia. Podemos contratar seguros de buceo por un día, una semana, un mes o un año.
El buceo es uno de los deportes de riego más seguros que existen. La normativa nos obliga a realizar un examen teórico y práctico antes de comenzar las inmersiones. Clic para tuitearLos precios varían. Pero para que te hagas una idea, un día puede costar unos 5 euros. Una semana 15 euros. Un mes 30 euros y un año 40 euros. En cualquier caso, recibirás el certificado del seguro impreso indicando el tiempo y las incidencias que cubre.
¿Es imprescindible y obligatorio tenerlo?
Si quieres bucear debes contratar un seguro específico que cubra todos los daños personales y también a terceros. Por norma general, ni la Seguridad Social ni los seguros de viaje suelen cubrir los gastos médicos originados por la práctica de los deportes de riesgo. Como es el caso del buceo, el submarinismo o la inmersión.
En España y la Unión Europea es obligatorio. Aunque en otros países la legislación puede cambiar, recomendamos contratar siempre un seguro. Ya que, si se produce un accidente, habrá que pagar los gastos derivados del rescate marítimo y quizás una cámara hiperbárica. Ambos muy elevados.
¿Qué debe incluir?
Un seguro de buceo debe incluir una serie de garantías mínimas. Por ejemplo, la indemnización por muerte o invalidez permanente de la persona que lo practica. Así como también la responsabilidad civil si se produce un accidente que incluya a terceros.
También los gastos médicos en hospitales, el uso de una cámara hiperbárica, avión para volver a nuestro país y el tratamiento de rehabilitación. Estas condiciones cambian dependiendo de la compañía con la que contrates el seguro, por lo que es muy aconsejable leer la letra pequeña.
Mejores seguros de buceo
En Internet existen un montón de webs que permiten obtener seguros de buceo online. Como por ejemplo, Scuba Diving 4.0, Gidive, DAN o Axasub. Lo más importante es que se ajusten al tiempo que vamos a practicar este deporte y cuenten con todas las coberturas necesarias.
El precio siempre debe quedar en un segundo plano. Ten en cuenta que la diferencia entre una y otra opción puede ser de 10 euros al año. Una cantidad muy pequeña en comparación a todos los problemas que nos ahorra.
Es buena idea que tu seguro se haga cargo directamente de los gastos de hospitales. Evita en la medida de lo posible los seguros de reembolso. En esta modalidad, tú pagas los costes médicos y luego tienes que lidiar con la compañía aseguradora para que te los devuelvan.
En definitiva. No solemos prestarle atención a este tema. Mucha gente contrata un seguro horas antes de la inmersión y lo firma sin leer nada. Pero como hemos visto en la entrada de hoy, esto es un grave error. Ya que si ocurre cualquier incidencia la factura podría ascender a decenas de miles de euros. Y tendríamos que pagarla nosotros.
¡Qué importante es tener esto claro! Como apunte, si estás realizando un bautismo o sacándote tu primer título el seguro de tu instructor también te cubre a ti, por lo que en este caso no es necesario que cuentes con un seguro propio. Pero sí que tendrás que contratarlo para cualquier otra inmersión que realices al terminar el curso.