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La RAE define el ala delta como un aparato de vuelo sin motor en el que un piloto, sujeto a una barra y a una estructura recubierta con una tela triangular, se desplaza planenado arrastrado por el viento favorable. Sin embargo, los avances tecnológicos permiten ya que este aparato sea motorizado.
Un ala delta puede ser transportado, despegado y aterrizado con la única ayuda de las piernas del piloto, y se despega desde una montaña o colina.
Pero existe la posibilidad de realizar el despegue desde una superficie plana y sin necesidad de altura, aunque para ello es necesario un ala delta con motor.
Existen dos tipos de sistemas con los que un ala delta está dotado de un motor: con arnés motorizado o con minitrikes.
Tipos de ala deltas motorizados
Como decimos, hay dos sistemas de motorización de un ala delta.
- Arnés motorizado: consiste en un motor de combustión o eléctrico conectado al arnés de vuelo libre.
- Minitrikes: el motor de combustión o eléctrico va conectado a una estructura auxiliar.
Una ‘moto con alas’
Esa estructura auxiliar de los ala deltas con minitrikes es como una especie de triciclo ultraligero, una ‘moto’ formada por varias barras y ruedas y un pequeño motor que impulsa al piloto.
Eso permite que el manejo del ala delta sea todavía más sencillo, pues el piloto tiene que realizar menos esfuerzo (casi nada) para impulsar el aparato, ya sea en el aire o para despegar o aterrizar.
Obviamente, una vez cogido impulso, el ligero peso de esa estructura auxiliar permite que durante el vuelo se apague el motor para que sea el propio piloto quien maneje el ala delta y, de paso, ahorrar combustible.
Normalmente, esa estructura auxiliar es desmontable y ligera y cuelga como un péndulo de la estructura principal.
Diferencias entre el minitrike y el arnés motorizado
Entre el arnés motorizado y el minitrike existen varias diferencias notables a la hora de manejarlo.
Como hemos dicho, en el arnés motorizado el motor va en la propia estructura, mientras en el minitrike el motor va en esa estructura auxiliar ligera. Por tanto, la diferencia principal es que el segundo cuenta con un carro o trike.
El minitrike es más estable en el despegue y soporta mejor la baja densidad del aire. Sin embargo, no manejan mejor las térmicas para volar sin motor.
Además, en el minitrike es fundamental que haya viento frontal para el despegue.
Tipos de ala delta con minitrike
Podemos encontrar una gran variedad de modelos de minitrike, pues la tecnología ha permitido avanzar en estructuras muy diversas y de materiales más o menos ligeros.
Para empezar, hay minitrikes monoplaza o biplaza, porque es posible practicar el vuelo en ala delta en solitario o con dos personas al mismo tiempo.
Los hay también con diferentes tipos de motor, ya sea eléctrico o de combustión, y se pueden encontrar de émbolo, con motor de dos tiempos o con motor de cuatro tiempos.
También en cuanto al material con el que está fabricado el trike hay diferencias en el mercado. Lo más usual es el acero inoxidable.
Y, por supuesto, varían dependiendo del tamaño, porque los hay adaptados para personas más o menos robustas o para soportar a una o dos personas al mismo tiempo.
Estructura del minitrike
La mayoría de pilotos de ala delta buscan un diseño minimalista porque eso reduce el peso de la estructura, y que sean desmontables, para así poder transportarlos más cómodamente.
Aunque la mayoría, como hemos dicho, están fabricados en acero inoxidable, no está de más que algunas partes estén hechas de aluminio, cuyo peso es menor y eso alivia la carga en el vuelo. Hay incluso sillas para el trike fabricadas en fibra de vidrio, porque eso las hace más ergonómicas y, a la vez, más ligeras.
Las estructuras son, fundamentalmente, sencillas y seguras, porque deben ser fáciles de montar y desmontar, aunque no está de más que repasemos el manual de instrucciones antes de empezar.
El motor del minitrike
En el ala delta motorizado no sólo son importantes la estructura principal o el diseño de la estructura auxiliar, sino también el motor del aparato.
En función del objetivo de la persona que vaya a usarlo, deberá optar por uno más o menos potente. Por ejemplo, si se trata de alguien que va a competir, deberá optar por un modelo más sofisticado, igual que si se trata de una persona de más peso, porque necesitará mayor impulso para hacer volar el ala delta.
A la hora de elegirlo, es importante también valorar el tipo de refrigeración que tiene, el chasis al que va adosado o incluso el tipo o el tamaño de hélice que tiene.
Cuando se vive en zonas mayormente llanas, en las que no es posible encontrar las mejores condiciones de viento y temperatura para volar el ala delta, se opta por un aparato motorizado, que no necesita estar en altura para el despegue. La propulsión de su hélice ayuda a tomar vuelo y, una vez que se encuentra la corriente de aire ascendente que permite planear, ese motor puede apagarse.
Pero optar por un ala delta motorizado no tiene por qué ser sólo una elección obligada por las circunstancias geográficas, ya que volar con minitrikes no resta valor a esa sensación de volar planeando, ayudado por tu propio cuerpo. Además, al caer esa estructura auxiliar en modo de péndulo, el piloto queda en una aeronave prácticamente abierta del todo, permitiendo la máxima visibilidad para disfrutar, no sólo de la experiencia de volar, sino también de las vistas.