Desde el origen de los tiempos, el ser humano ha soñado con volar. Y son muchos los que han intentado esta proeza a lo largo de la historia, con resultados muy dispares. Si te interesa este tema, en la entrada de hoy vamos a hablar de la historia del paracaidismo. Conoceremos cuál fue el primer salto en paracaídas y cómo han evolucionado las técnicas hasta nuestros días. ¿Estás preparado? ¡Pues agárrate que empezamos!

La historia del salto en paracaídas

Hay quien opina que los chinos inventaron el paracaídas, aunque en realidad se trataba de una especie de paraguas enorme que se usaba para saltar entre las murallas defensivas. Y también tenemos otro antecedente en el malagueño Abbás Ibn Firnás, precursor de la aeronáutica que vivió en la Al Ándalus del siglo IX.

El paracaídas de Leonardo da Vinci

Sea como sea, las primeras evidencias reales las encontramos en el Renacimiento con Leonardo da Vinci, famoso escultor, pintor y científico que ha pasado a la historia por diseñar prototipos de lo más variopintos. El paracaídas de Leonardo da Vinci tenía forma de pirámide y en su origen se diseñó para que las personas pudieran escapar de las azoteas si ocurría un incendio.

El Homo Volans

En el siglo XVII el italiano Fausto de Veranzio publicó su obra Machinae Nova, en la que aparecía un rudimentario modelo de paracaídas denominado Homo Volans. Que para ser justos, se parece bastante a los que se usan en la actualidad para practicar paracaidismo deportivo.

¡Pasamos de la teoría a la práctica!

A finales del XVIII, el especialista en globos aerostáticos Jean Pierre Blanchard construyó el primer paracaídas plegable de la historia, ya que hasta el momento se fabricaban con un armazón rígido. Se rompió las dos piernas al intentar probarlo, así que poco después el físico Sebastián le Normand comenzó a hacer pruebas con animales.

El primer salto en paracaídas

Hay muchas discusiones acerca de quién fue el primero en saltar desde los aires con un paracaídas. Pero tradicionalmente se le atribuye al francés André Jacques Garnerin, quien en 1797 realizó el primer salto de exhibición desde un globo sobre París. Su esposa, Geneviève Labrosse, se convertiría un año más tarde en la primera mujer en saltar en paracaídas.

El primer accidente de la historia

El primer desafortunado en sufrir un accidente de paracaídas en la historia es Roberto Cocking, pintor que murió tras saltar a más de 5.000 metros de altura con un equipo que tenía forma de cono invertido. El motivo fue que no incluyeron el propio peso del paracaídas en los cálculos, por lo que éste se precipitó hacia el suelo mucho más rápido de lo esperado.

El paracaidismo en Europa en el siglo XX

El desarrollo de los modelos y la técnica del paracaidismo alcanzó su punto álgido durante la Segunda Guerra Mundial. Ya en la primera demostró su eficacia para salvar las vidas de los pilotos, pero en este conflicto revolucionó por completo el arte de la guerra.

Las primeras compañías de paracaidistas se crearon en los años 20 en Italia y la Unión Soviética. En la década de los 30 el Ejercito Rojo contaba con un batallón totalmente equipado que superaba los 1.500 efectivos. Los alemanes, que por entonces eran sus aliados, tomaron buena nota de ello y formaron sus primeras brigadas de paracaidistas al poco tiempo.

Paracaidistas alemanes de la Segunda Guerra Mundial

Los paracaidistas de la Wehrmacht eran conocidos como Fallschirmjäger. En 1933 constituían la unidad de élite de la policía. 2 años más tarde pasaron a formar parte de un batallón del ejército del aire o Luftwaffe. Y finalmente, en 1937 dispusieron de su propio cuerpo especializado a las órdenes del general Richard Heidrich.

Tuvieron una destacada presencia durante todo el conflicto, desde el asalto inicial a Polonia hasta la defensa desesperada de Berlín en 1945. Durante los primeros años estuvieron formados por los mejores soldados disponibles, unidades de élite excepcionales para la Blitzkrieg o guerra relámpago. Aunque al final del conflicto la falta de recursos provocó que se reclutaran adolescentes sin ninguna experiencia.

Paracaidistas británicos de la Segunda Guerra Mundial

Motivados por el éxito de otros países, el ejército británico decidió poner en marcha a principios de la Segunda Guerra Mundial su propia unidad de paracaidistas. La primera fuerza aerotransportada de la Commonwealth estuvo formada por 5.000 soldados ingleses, australianos, canadienses y neozelandeses al mando del Teniente Coronel Louis Strang. Y fueron conocidos como Red Devils o Diablos Rojos debido a su característico emblema granate en la boina.

El equipo que usaban estaba inspirado en el de los Fallschirmjäger alemanes, aunque en 1942 se sustituyó por un traje de camuflaje denominado Denison. Como curiosidad, durante la guerra nunca llevaron un paracaídas de repuesto, ya que tenían un coste muy alto y las autoridades lo consideraron un autentico despilfarro.

Y hasta aquí nuestra entrada de hoy, donde hemos hablado de la historia del paracaidismo desde el Renacimiento hasta nuestros días. ¿Qué te parece este deporte de riesgo? ¿Lo has practicado alguna vez en tu vida? No seas tímid@ y comparte con nosotros tus experiencias en los comentarios. ¡Hasta la próxima!